Iglesia de la Encarnación

 

Declarada Monumento Histórico Artístico, es el segundo edificio religioso más grande de la provincia, fue construida en el siglo XVI en el mismo lugar donde se ubicó la antigua mezquita árabe.

El estado actual es fruto de diversas restauraciones, ya que en 1851 se aconsejó la demolición de la torre de la izquierda a causa de su mal estado (antigüedad, terremotos…) y su construcción en el ángulo izquierdo. En 1931 se reconstruyó la torre de la derecha, equilibrando así la fachada.

La portada principal es de estilo neoclásico, mientras que la lateral y el interior son barrocas.

Está dividida en tres naves y su planta es de cruz latina; alberga diez capillas, una de las cuales fue donada por impulsada por la Sociedad Minera Carmen y Consortes en 1854.

De gran interés es también la pila bautismal realizada en una sola pieza de mármol así como el altar y el coro.

El edificio comenzó a construirse en 1753 y las obras finalizaron en 1758, dirigidas en todo momento por el arquitecto Fray Pedro de San Agustín.